- Para el relleno se mezclan 2 tarrinas de queso mascarpone con un poco de azúcar glasé. Al añadir el azúcar se hace más fácil batir la mezcla, sólo el queso es una pasta más difícil de manejar. Como el gusto por lo dulce varía de unas personas a otras, lo mejor es añadir el azúcar poco a poco e ir probando.
- Se añade una cucharada de esencia de vainilla (si es aroma de vainilla, que no está tan concentrado, habrá que echar un poco más, aunque lo mejor es nuevamente ir probando) y se bate bien.
- Una vez tengamos una crema homogénea se mete en una manga pastelera y se deja reposar un tiempo en la nevera (se puede dejar hecho de un día para otro).
- Se pintan con un poco de aceite de oliva las paredes de un molde para mini magdalenas. Con cuidado se coloca en cada hueco una oblea para empanadillas (de la marca La Cocinera, de los dos tamaños que venden, el pequeño).
- Se hornean 32 obleas (2 envases) a 180º durante unos 10 minutos (depende del horno: hay que sacarlas cuando estén un poco doradas y la masa hecha). Se dejan enfriar antes de rellenarlas.
- Para montar los cannoli-cups se rellenan las masas con la crema de queso, se adorna con pepitas de chocolate y se espolvorea con canela (opcional).
¡Un éxito de crítica y público!
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